lunes, 17 de junio de 2013

EL FUTURO DE LA TECNOLOGÍA: Historiografia



Conclusión
En últimas, todos los historiadores y sociólogos que estudiamos la tecnología estamos obsesionados por un objetivo común. En palabras de John M. Staudenmaier “ya sea motivados o perplejos por la creatividad humana o apasionados por descubrir los intereses velados de la tecnología al servicio de las élites, los historiadores [y sociólogos] de la tecnología compartimos un compromiso común. El de abrir las cajas negras, desmitificar la ideología del progreso autónomo que de otro modo haría inútil tanto esfuerzo por restaurar la esencia humana del proceso de diseño universal. Todos hemos logrado respetar los artefactos como dimensiones importantes del registro histórico”. (36)
En este sentido, la historia será o la ley robusta del determinismo tecnológico, demostrada y concluyente, según la cual el agente del cambio socioeconómico por excelencia será la tecnología, o la acumulación de estudios de caso, cada uno distinto de los demás, con características propias, como lo plantean los defensores del constructivismo social.
No obstante, el reto que tenemos en frente es mayor. Como lo denuncia el sociólogo austríaco Norbert Elias en la introducción de su Sociología Fundamental, hemos desarrollado un lenguaje para referirnos a las cosas del mundo y de la humanidad que está altamente viciado por la técnica y por la tecnología.(37) La vida cotidiana lo demuestra con nuestras cada vez más precarias expresiones “Necesito tener acceso a tus datos”, “No estoy programado para eso”, "Debemos mejorar nuestra interfase”, “La mente es el mejor [computador] que tenemos”.(38)
Nuestro análisis no escapa a este sino: nuestros problemas son problemas de determinismos, de fuerzas, de motores por un lado, o de sistemas, de construcciones y de redes por otro. Estamos atrapados por el mismo sistema de representaciones y de lenguaje que tanto luchamos por desarrollar para escapar del oscurantismo, de la incertidumbre. El reto ahora, es dar el siguiente paso y desarrollar un lenguaje y unas herramientas analíticas que le permitan a los grupos sociales adueñarse de su futuro. La última palabra no está escrita y es nuestro deber de ingenieros, científicos naturales y sociales, economistas y ciudadanos en general no descuidar la reflexión sobre estos temas. En palabras de Langdon Winner, “mucho más de lo que hemos reconocido en el pasado, debemos admitir nuestra responsabilidad por lo que estamos haciendo”.(39)
Notas  de los autores:
(36)( STAUDENMAIER, John. M., “Rationality versus Contingency in the History of Technology”, en SMITH, M. R. y MARX, Leo (eds.), Does Technology Drive History? The Dilemma of Tecnological Determinism, MIT Press, Cambridge MA and London UK, 1994, p. 273. Traducción de los autores
(37) ELIAS, Norbert, Sociología Fundamental, Gedisa Editoria, Barcelona, España, 1970.
(38) WINNER, Langdon, “Las tecnologías como formas de vida”, en La Ballena y el Reactor, Gedisa Editoria, Barcelona, España, 1986, p. 32.


 (39) WINNER, Langdon, “Las tecnologías como formas de vida”, en La Ballena y el Reactor, Gedisa Editoria, Barcelona, España, 1986, p. 34

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